Felipe Antonio Félix Rodríguez quiso ser barbero desde que su madrina le regaló una máquina para cortar cabello cuando era un niño de aproximadamente 12 años.
Con una sonrisa en su rostro él dice que su destino estaba escrito. Originario de República Dominicana, Tony, como le dicen todos de cariño, llegó a Ecuador con muchos sueños y esperanzas de un porvenir mejor.
El ahora dueño de Chaplin's Barber Shop Valle, vivió aproximadamente 5 años en Venezuela, donde se desempeñó como barbero y aprendió técnicas de otros colegas en la barbería de su hermana.
Tony dice que poco a poco fue perdiendo el miedo con la máquina, la navaja y los clientes. El destino, las circunstancias de la vida, y las ganas de Tony de salir adelante, hicieron que migre a Ecuador, específicamente a Baños de Agua Santa.
En este lugar se desempeñó como barbero dos años y medio, hasta que conoció a Jennyfer Flores, su actual esposa y entonces, su vida cambió radicalmente. Para Jennyfer, quien es de Quito, era muy difícil ir y venir frecuentemente de estos lugares, así que Tony tomó la decisión de mudarse al Valle de los Chillos, lugar de residencia de su esposa, y lugar donde juntos fundaron Chaplin’s Barber Shop Valle.
“Me ha dado apoyo moral, espiritual, toda clase de apoyo me ha dado ella”, afirma el barbero con un tono de gratitud y alegría. Hasta el momento Tony no ha tenido ninguna mala experiencia en Ecuador, ya que todos le han hecho sentir bien.
Sin embargo, comenta que sí han confundido su nacionalidad, con la venezolana. Para contextualizar, Tony sí migró de Venezuela debido a la crisis, y muchos de sus colegas barberos también, es por esto que se formó una comunidad de barberos extranjeros en el país. Sin embargo, la confusión parte del éxodo de personas venezolanas al país. Es así que según el portal de Pública FM entre 2016 y 2018, nuestro país recibió al menos 250 mil venezolanos que salieron de su país debido a la gran crisis económica y social.
La gratificación de Tony, y su prioridad, es ver a un cliente irse de Chaplin’s satisfecho. “Me hace sentir bien que el cliente se sienta feliz”, esto respondió cuando le pregunté qué era lo que más disfrutaba de su trabajo.
Tony dice que gracias a Dios están prosperando, y que espera un día ver a Chaplin’s Barber Shop como una barbería muy grande, con muchas personas trabajando e implementar nuevos servicios, para hombres y mujeres.
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